Endodoncia
El tratamiento de endodoncia, también conocido como tratamiento de conducto radicular, es un procedimiento dental que se realiza para eliminar un dolor intenso y salvar un diente dañado o infectado.
El objetivo del tratamiento de endodoncia es eliminar la infección y preservar el diente natural. Si el tratamiento es exitoso, el diente tratado puede durar muchos años.
Tiene varias pasos:
1. Anestesia: Se aplica para evitar dolor durante el procedimiento.
2. Acceso: Se hace un pequeño agujero en la corona del diente o por donde tiene la caries grande se penetra al sistema de conductos radiculares.
3. Localización: Se localizan los conductos radiculares utilizando instrumentos especiales.
4. Limpieza y desinfección: Se limpian y desinfectan los conductos radiculares para eliminar bacterias y tejido pulpar infectado.
5. Formación: Se dan forma a los conductos radiculares para prepararlos para el relleno.
6. Relleno: Se rellenan los conductos radiculares con un material especial para sellarlos y evitar futuras infecciones.
7. Sellado: Se sella el agujero de acceso con un material de restauración.
8. Restauración: Se restaura el diente con una corona o relleno para protegerlo.